Somos jóvenes artistas y caficultores, unidos por el deseo de honrar nuestras raíces y revivir el legado de aquellos que nos enseñaron a amar la tierra. Nuestros fundadores provienen de diversas disciplinas: contamos con el talento y la visión de un ingeniero, el rigor y la precisión de una contadora, y la creatividad de dos artistas gráficos. Esta mezcla de habilidades nos permite fusionar ciencia, técnica y arte para dar vida a “Los Colores de la Montaña”. Con la mirada puesta en el horizonte y el corazón lleno de sueños, decidimos que cada taza de café sería un homenaje a nuestros padres y a la historia que se esconde detrás de cada cultivo. No queríamos que el ritmo acelerado de la ciudad borrara la esencia de nuestras raíces, por eso elegimos rescatar y compartir esa herencia que tanto nos llena de orgullo.